A menudo descubro que tan cómodo estoy en ciertos aspectos de la vida... en situaciones que se repiten a diario y que simplemente no considero la posibilidad de que dejen de repetirse, por lo que tampoco me preocupo por mantenerlas, ni cuidarlas, ni vivirlas!, simplemente las repito... día tras día... conforme...
y de repente!...
ya no esta...
hoy no se repitió...
que desesperación!... ¿porque? no se, si hasta ayer no le prestaba atención... pero hoy no lo tengo... y lo quiero... y me hace falta...
ya lo perdí...
Simplemente levanto la cabeza y miro hacia adelante, no queda otra que seguir, cambiar mi vida en ese detalle para adaptarme a esa ausencia... Sin embargo, sigo igual con respecto a lo demás. Sigo
cómodo. Sin contemplar si quiera en lo mínimo la posibilidad de que otras cosas dejen de suceder mañana.
Quizás esa perdida no fue suficiente...
hoy vuelvo a perder otra cosa... me desorienta!, toda una vida acostumbrado a eso... y ya no lo tengo... si tan solo alguien me hubiese avisado lo que iba a pasar... quizás ayer lo hubiese disfrutado mas... quizás antes de ayer hubiese corregido lo que hoy hizo que ya no se repita... quizás hace mucho no lo hubiese incluido en mi vida, para hoy no sufrir la ausencia.
Es tan difícil reconocer a que estoy acostumbrado, en donde estoy cómodo y que estoy disfrutando realmente... es tan difícil entender que estoy haciendo mal... hasta preguntar que se hace mal para corregirlo arruina las cosas en ciertos casos... Parece que la única manera de saberlo es perdiéndolo.
La única solución, entender que no hay cosas mal y cosas bien... no hay pautas de disfrute... cada cual encuentra en ciertas situaciones mas o menos felicidad... solo vale hacer lo que se siente, en el preciso instante en el que se siente... Pensar, razonar, relacionar, solo en la medida justa y necesaria para que el tiempo no se pase...
El miedo a vivir es tan común como las ganas de comer helado... y casi tan malisimo como que se acabe el papel higiénico y no haya bidet...
Las oportunidades son tan fugaces... aparecen tan espontáneamente como desaparecen... Todo lo que se tiene es tan fugaz, ¡¿porque darse el lujo de esperar a mañana para vivir?!
La diferencia se hace hoy.
Hay cosas que es dificil cambiarlas. Uno se lo propone, pero siempre terminamos en la misma, en la cómoda... lamentablemente =(
ResponderEliminarY si, tenes razón... NUNCA es una palabra demasiado utópica, pero es cuestión de ganas para que se ponga en movimiento ;)
Te quiero tanto vecino!
la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo q te va a tocar
ResponderEliminaradmiro mucho tu capacidad de observar las cosas y como te expresas no entiendo de donde sacas eso
A mi me pasó lo del bidet, su ausencia, junto a la ausencia de su compañeros al limpiar el mal, el papel higiénico, en medio de un final, que acabé desaprobando. Magistralmente, no me ensucié demasiado. Me sentí un perro en ese momento.
ResponderEliminarEn fin, es difícil disfrutar de las cosas, por eso ser feliz es contentarse con lo que uno tiene, y no querer tener más. Yo no sé porqué, pero creo ser consciente de lo que vivo. Y tiendo a disfrutarlo bastante. Pero a veces, se nos escapa fácilmente y nos frustamos por simples reveses de la vida.
Citando a Mago de Oz, "Grita tan alto como si de tu vida fueras, amigo, el único actor"