lunes, 26 de octubre de 2009

Un mal retorno

Inspirado en amigos personales. A ellos va dedicado.
¿Alguna vez han salido una noche de sábado pero sin mucho ánimo?, simplemtente impulsados por palabras optimistas de amigos cercanos. Esos días son en los cuales el retorno es aun mas difícil. Los retornos son realmente difíciles si uno tiene muchas ganas de llegar. Pero jamás tuvieron un retorno difícil, no si lo comparan con el de él…
Sujeto de mediana altura, pelo corto castaño, increíbles ojos marrones, físico atlético y postura elegante. Nadie pensaría que la suerte lo había abandonado.

5:30 AM: Intenta tomar uno de esos colectivos que aún circulan, pero con frecuencias realmente desesperantes. Así es, luego de una bella y paciente espera de hora y cuarto el colectivo se aproxima a paso de hombre a dos cuadras. Al subir e ingresar la tarjeta en el dispositivo receptor de tarjetas, nota que un gran cartel rojo dice: VALOR. Con medio giro de cabeza nota que sus compañeros de viaje son, dos pescadores dormidos, dos travestis que le giñan el ojo y levantan su falda (si, aun era posible un poco mas) y cuatro sujetos de procedencia dudosa pero cantidad de alcohol seguramente muy elevada. Sin mas remedio al pedido de: -¿No tendrían un boleto de más en su tarjeta para prestarme?- Recibe un: -eh gato, yo te doy, pero te sale cinco pe’- Asaltado cual espectador en teatro por un pochoclero, abona su boleto más caro.

5:45 AM: Cuando aun faltan unas cuarenta y siete cuadras para llegar, el colectivo simplemente detiene su motor. Al parecer el unico preocupado por el suceso es nuestro amigo. Se acerca al chofer para preguntar el motivo de la detención y entre el gran diccionario de insultos realmente originales y el sonido del motor del colectivo intentando arrancar nuevamente llega a entender que debe bajarse y esperar el colectivo que sigue, porque este ha llegado al final de su vida útil.

5:50 AM: Nuestro sujeto se encuentra en medio de la nada oscura, con dos pescadores ahora comentando a los presentes su desafortunado intento de pescar sin carnada porque el precio de la misma les parecía exorbitado. Cuatro “personajes” dibujando sus nombres con vómitos y otras expeleciones orgánicas en las paredes vecinas y hablándole a su odio intentos de palabras que aún luego de procesadas y traducidas no llevan coherencia cada una con la siguiente. Y dos travestis intentado encontrar el adjetivo adecuado para decirle y producirle un deseo de ser el tercero de su aventura “especial”. La espera va a ser larga… muy larga.

(CONTINUARÁ…)