martes, 8 de marzo de 2011

El teclado de mi vida

     De pronto la vida se convierte en un gran teclado, o mejor dicho, mi gran mente ñoña comienza a creer que su vida es manejada por algún tipo con un teclado, esos teclados QWERTY simples de PC. 

     Por momentos no logro dilucidar si el que maneja el teclado es un pequeño sin sentido, un adolescente practicando, un adulto responsable o un anciano experimentado. Mi última teoría es que hay un gran grupo de gente pasándose el teclado de mi vida de unos a otros al grito de: -¡Pasame, Pasame! Mirá lo que puedo hacer- 

     A veces la teoría cae, pero en momentos como aquel, era tan evidente. Una situación simple, en la que me encuentro de repente con aquella persona que despierta un interés especial.
     Nadie puede negarme que cuando se encontró en una ocasión similar no tuvo alguna de las dos reacciones lógicas:
1) Buscar desesperadamente la ubicación de la tecla ESC para escaparse de ahí.
2) Darle al F1 tantas veces como sea necesario hasta que la ayuda aparezca, en busca de una mínima idea de lo que hay que hacer.
Bueno, quizás si me lo puedan negar.

     Al rato esa incomodidad había disminuido. O por causa natural o por rendición, las conversaciones empezaron a suceder. Lentamente toda la parte alfanumérica es utilizada con el gran beneficio que en nuestra pronunciación, las "h" que olvidamos no se notan, las "v" y "b" que confundimos no se perciben, los " vamo', queremo', seguino', compramo', monitor' " pueden ser atribuidos a una tecla "s" rota y las "i" e "y" suenan igual.

     Al principio el ambiente estaba tranquilo. Poca gente, casi solo nosotros. De a poco empezó a movilizarse mas gente, de a ratos tenía que utilizar la tecla Shift para que me escuche.

     Así y todo, hay momentos incómodos y se vuelven notorios porque aquella persona con la que interactuamos resultó ser alguien que nos interesó. Esos momentos de silencio que a pesar de que seguramente son cortos, nos parecen eternos y nos obligan a gritarle internamente a aquel que tenga el teclado: -¡¡¡Sacá la mano de la barra espaciadora, por Dios!!! -. Nuevamente saqué fuego a la tecla F1 en busca de ayuda (tan inútilmente como cuando se usa la pc). Ante esa ausencia de ayuda, busqué utilizando mis capacidades una solución. Claramente se notaba que alguien presionaba todas las teclas de función, F2, F3, F4... F12!! para descubrir no tan sorprendentemente, que con cada una de todas esas teclas, hago absolutamente NADA.

     ¡Las luces del teclado se encienden!... alguien utiliza las teclas RePág y AvPág para recorrer mi pasado y comenzar a contar anécdotas. Cada tanto hay algún relato que no debía ser contado y rápidamente algo aplasta su dedo contra la tecla BackSpace para salir de esa tensa situación. No termino de entender si es ella o alguno de mis tecladistas que presiona la tecla Inicio. Otra vez a remar desde el principio.

     Ahora con la experiencia de que ciertos temas no se tocan, marco un tiempo antes de comenzar a hablar con la tecla TAB y así tomarme el minuto necesario para asegurarme de que el tema es el correcto.

     Cuando ya sentía natural la utilización del teclado, era notorio como a ciertos temas le hacían zoom con "Ctrl +" y otros trataban de pasar desapercibidos con "Ctrl -".

     Todo duró hasta que la gente en el ambiente era demasiada, notamos que ya no alcanzaba la tecla Shift y que estábamos, sin quererlo, con la tecla BloqMayus. Creo ese fue el pie para irnos.

     Ser manejado por teclado tiene sus ventajas. Pude darme el lujo de utilizar la tecla "Pausa" cuantas veces quise para disfrutar el momento y satisfacer mi capricho de llevarme decenas de impresiones de pantallas con la tecla ImprPant.

     Hay teclas que espero no utilizar nunca como la tecla Fin, y otras que se que no voy a usar porque no tengo ni la mas remota idea de como aplica al caso, como la tecla windows o la BloqDespl.

     Solo aquellos que tecleaban sabrán cuantas veces me insultaron por tener que darle al Ctrl + Alt + Supr. No es mi culpa, es de ella.