jueves, 21 de agosto de 2008

Entre sabanas...

Es tan increíble como extraño... Esa sensación de seguridad absoluta, casi hasta de invulnerabilidad, por el simple echo de estar tapado debajo de las sabanas de la cama. Inmediatamente, casi instantáneo pero a su vez con la necesidad de taparnos por completo, el miedo desaparece... como si nuestro (y digo "nuestro" por no decir "mi" y sentirme el único nabo al que le pasa) subconsciente nos convenciera que estamos en un bunker atómico, cuando simplemente estamos debajo de un montón de algodón... Es increíble... En unos pocos segundos tantas emociones, se apaga la luz y hay un intento de seguridad, de tranquilidad, un pequeño rasgo de locura hace que me hable para comentarme e intentar convencerme de que con o sin luz, es la misma habitación, con las cosas en el mismo lugar, habitada solo por mi... pero es inútil... tardo segundos en darme cuenta que la valentía dura lo que la luz en apagarse... el corazón empieza a acelerarse... la respiración a hacerse mas cortita y dificultosa... los movimientos se vuelven bruscos y atropellados... y lo que mas rápido queremos hacer... entre enganches y desconcierto, mas lento nos sale.... Cuando ya casi estoy terminando de taparme (acá ya admito que soy al único al que le pasa algo así jaja), miro hacia la puerta como esperando encontrar alguien o algo con malas intenciones... hasta que solo queda la cabeza fuera de las sabanas... boca arriba y mirando nada, porque no hay luz, pero como si nada hubiese pasado, todo vuelve a la normalidad, el corazón a su ritmo y la respiración a su rutina... me siento tonto... tan tonto como para mañana antes de acostarme volver a hacer lo mismo...