Que sensación extraña la de acercarse al borde de una cima en una montaña... la adrenalina, el asombro, es inexplicable... la duda esta en que es lo que nos lleva a acercarnos, a caminar por el limite... ¿la casualidad? ¿el aburrimiento de una posición cómoda y sin riesgo, sin emoción? ¿la necesidad de un cambio de aire, de emociones? ¿las ganas de saltar?... realmente escapa a mi razonamiento... pero no lo puedo evitar... es tan extraño... avanzo convencido a conocer un horizonte nuevo, que de donde estoy no se ve, pero cuando miro para atrás la culpa, los recuerdos, la comodidad de un lugar seguro... me hacen temblar las piernas y retrocedo... o simplemente no puedo avanzar... Como desearía asegurarme un paracaídas y tan solo correr y saltar!... pero mientras mas lo pienso mas cadenas encuentro que me atan... mas pesados se hacen los eslabones... mas lejos veo la posibilidad...
Me reconforto con la idea de que si salto no se donde voy a caer... y una vez que caiga va a llevar tiempo y sudor volver a llegar a la nueva cima... y una vez en la cima, seguramente me de cuenta que la montaña en la que estaba era la mejor... o por lo menos, la mejor para mi...
Me reconforto con la idea de que si salto no se donde voy a caer... y una vez que caiga va a llevar tiempo y sudor volver a llegar a la nueva cima... y una vez en la cima, seguramente me de cuenta que la montaña en la que estaba era la mejor... o por lo menos, la mejor para mi...